
Las Inversiones de The Work de Byron Katie
Las 4 preguntas me muestran el efecto de un pensamiento en mi energía, en mi cuerpo, en mi vida. Darme espacio para responder estas preguntas es dar espacio a que entre luz, claridad, nuevas opciones. Es ver claramente el efecto de un pensamiento y la experiencia de quién sería sin él.
Las inversiones son el remate. Me muestran cómo lo que yo creía que tú me hacías o no me dabas, es exactamente lo que yo me estaba haciendo. Me enseñan dónde y cómo me estoy abandonando a mí misma y al otro; y cómo dejar de hacerlo.
Las inversiones me muestran el camino de vuelta a casa, el sendero que debo transitar para sentirme en paz, coherente, íntegra.
Sufro cuando creo que tú deberías ser de otra manera ( ser mas suave conmigo, más amable, mas alegre), deberías hacer algo por mi (quererme tal y como soy, dejar de hablarme así, cuidarme o llamarme más).
En definitiva, sufro cuando creo que la realidad debería ser lo que no está siendo (No puede estar lloviendo precisamente hoy, no deberían haberme despedido, no quiero que se muera).
Y cuando me aferro a esa historia, te entrego a tí mi poder. A tí, a los políticos, a mis hijos, mis padres, o a la vida. Sólo tú, concediéndome lo que yo deseo, podrás hacerme feliz.
Veamos un ejemplo: ¿Alguna vez has tenido este pensamiento o alguno muy similar?
¡Él no me respeta!
1) En la primera inversión veo dónde, cómo, de qué manera yo me hago a mi misma lo que creo que él me está haciendo.
Por lo tanto, la inversión hacia mí de “El no me respeta” es: “Yo no me respeto a mi misma”
¿y qué ejemplos tengo de que esto es verdad?
- No me respeto cuando pienso que estoy haciendo algo mal hecho, no me secundo, me causo sufrimiento a mi y mi cuerpo.
- Cuando creo que debería ser de una manera que no fue. (Es cómo si solo pudiera respetar a esa versión ideal sobre mí, que siempre está dos pasos por delante).
- Cuando me comparo (yo soy mejor, él es más tonto, mi hermana tiene mejor carácter que yo…)
2) En la segunda inversión, me detengo a observar dónde puede ser igual o más verdad que lo que yo creo que me está haciendo él es lo que yo le estoy haciendo a él.
¡Yo no le respeto a él!
- Cuando quiero que haga lo que yo quiero sin importarme cómo está, lo que siente o si puede o no puede.
- No le respeto cuando internamente le menosprecio, le insulto, le trato de mala persona o tonto.
- Yo no le respeto cuando veo solo una parte de él y me olvido de otras tantas cosas que también es o hace.
3) ¿Y la tercera inversión? ¡Concedámonos tiempo para ver cómo también puede ser verdad lo opuesto de lo que hemos estado creyendo! (Recuerda que The Work es meditación, no un ejercicio mental): ¡El SÍ me respeta!
– El sí me respeta cuando me dice la verdad de lo que está pensando.
Y quizás sea verdad que bajo el constructo social en el que vivimos, él no me esté respetando, pero ¿qué puede darme más poder? ¿Seguir en la queja y a la espera de que él cambie?
¿o hacerme responsable yo de mi propia felicidad y empezar a darme yo a mi misma y al otro lo que pretendo que me de él?.
¿Qué preferirías tú?
¿Estar con él o ella por necesidad o por elección?