
Diario de Mi Camino con The Work – día 1
Día 1.- Inicio mi caminar en San sebastian, con su hermosa Catedral, su apacible Playa de la Concha, y el Peine del Viento, que me recuerda a los géiseres de Islandia.
Siento nervios, emoción de estar aquí, de tener un mes para mi. Hay también un temblor en mi cuerpo: hay miedo. ¿Podré caminar 23 km?
Mi mente está desbocada, parlotea sin cesar, de tema en tema. Entre pensamiento y pensamiento, momentos de vislumbrar la belleza que hay ante mi.
Mis pensamientos:
- – No voy a poder
– No estoy en forma
– Será mucho para mí
– Me duele la cadera
– No voy a ser capaz
Y saltan de tema:
- – Debería haber dicho a Olga ….
– Debería hacer una lista de cosas pendientes….
– Olvidé hacer………
– Mi hija necesita dinero. Necesito encontrar un cajero….
– Necesito escribir, llevar un diario de mi viaje…
– Podría compartir en un Facebook privado, así comparto solo con los más íntimos.
– Si me empiezan a dar me gusta, no podré concentrarme en mi. ¡Mejor no…!
– No respondí a Joseba…. Debería responderle lo primero.
– Olvide avisar a Carlos que me iba
……..BUUUUFFFFFFFFFFFFFFFFF…………
Y…..Me encuentro con un Burro. Le miro, me mira. Se acerca a mi. Se queda quieto, silencioso, presente. Me mira…. Le ofrezco las cáscaras de mi naranja. Se las doy. En el mismo silencio las toma, una a una, poco a poco, sin prisas. Me enseña a confiar, me ha enseñado el lenguaje del sigilo, la presencia y el silencio, en el que todo se comprende y todo se recibe. Me ha enseñado que muchas veces no es necesario pedir, que lo necesario viene dado.
Y camino un paso, otro paso más, y otro más….. Y esto es tan Bello…… Y mi mente me lleva, le parece poca cosa poner la atención en este paso. Ella quiere resolver el pasado y el futuro, quiere arreglar el mundo, quiere arreglarme a mi.
Y, tranquilamente, tomo el pensamiento: “No voy a poder (seguir las etapas sugeridas del Camino del Norte)” y me hago las 4 preguntas:
“No voy a poder…”
1. ¿Es verdad? Si
2. ¿Puedo saber que eso es verdad con absoluta certeza, que no voy a poder? No
3. ¿Cómo reacciono, qué sucede cuando creo este pensamiento, que “no voy a poder”? Siento miedo, sensación temblorosa en todo mi cuerpo, me doy razones, me digo que no estoy en forma, busco pruebas, muy pendiente de cualquier dolor, la cadera molesta, el dedo del pie también; mi mente viaja al pasado: me muestra la imagen del momento en que Fernanda me dijo que había sufrido mucho en este recorrido. Me digo que ella está más fuerte que yo. Me repito que no podré. En el momento en que este pensamiento está en mi mente no puedo estar aquí, ahora, sintiendo este paso que estoy dando, no puedo dejar que la belleza de mi alrededor entre en mi, no puedo abandonarme a que sea lo que tenga que ser… Estrés
4. ¿Quién sería, en ese mismo instante, sin el pensamiento “no voy a poder”? Sería este paso, siento la planta de mi pie en su deslizar por el barro, el aire rozando mis mejillas, todo mi cuerpo colaborando en este instante mágico, soy feliz, hay paz, no importa a donde llegue. Mi todo se llena de este paso.
Inversión 1: No voy a poder (seguir las etapas sugeridas del Camino de mi mente). Mis ejemplos:
– Si sigo pendiente de las imágenes de mi cabeza del pasado y futuro, es muy posible que en este terreno embarrado me de un castañazo, que me traiga al presente en un santiamén.
– Mi mente es incansable, no deja de hacer planes y listas de cosas que hacer…. Imposible seguirla
– Me doy cuenta de que mi mente da saltos de un tema a otro, como mono saltarín. No puedo seguir las etapas que me propone. En cuanto me pongo con una, salta a otra.
Inversión 2: Si voy a poder (seguir las etapas sugeridas del Camino del Norte).
– En este momento, en este paso, lo estoy haciendo; mi cuerpo colabora, responde, es mucho más verdad en este instante que si puedo.
– Me viene a la mente alguna situación en la que pensé que no iba a poder llegar al final (cuando comencé el programa de certificación en inglés, y sí pude). Si recorro mi vida, puedo ver infinidad de situaciones en las que pensé que no podría y resultó ser mucho más verdad que sí pude.
– Estoy sana, mis piernas funcionan, mi corazón late, mi pulmón toma aire, …. Tengo todo lo necesario para dar este paso, y otro más y otro más…… Y los que haga falta.
Y….. DE REPENTE…… UNAS HORAS DESPUÉS…. VEO QUE HE LLEGADO. MI CUERPO ESTÁ FRESCO, PODRÍA SEGUIR CAMINANDO…. ¡¡¡SORPRESAAAAA!!!!! SI PUEDOOOOO ES MUUUUCHO MÁS VERDAD….
Y tú, ¿A qué tienes miedo? ¿Dónde está tu mente ahora? ¿Aquí? ¿O en imaginar el futuro o el pasado? Cuéntame un poquito de ti, anda….
Gracias,
Chus
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Gracias Chus porque en el medio de este camino que emprendiste te ocupaste de mi. Escuchaste que necesitaba el retiro. Te comunicaste con Olga. Pese a mi interrupción en tu camino, no dejaste de ser amable.
Un placer haberte atendido, Dolores!
Como bien dice Byron Katie… TODOS LOS PROBLEMAS SON IMAGINADOS!!
Gracias por compartir algo de tantísimo valor…
Gracias a ti por leer esos pedacitos de mi vida.
Gracias!!